Peña Gómez es visto como un defensor de la democracia y un gran orador que lograba ganar el apoyo del pueblo dominicano. Sus tres intentos de llegar al poder en 1990, 1994 y 1996 fueron frustrados por campañas sucias, racismo, discriminación y ataques de sus rivales políticos.
Nació el 6 de marzo de 1937 en la provincia de Valverde, en la República Dominicana. Hijo de inmigrantes haitianos, fue adoptado por una familia dominicana que le brindó no solo un hogar, sino también un apellido y una educación que marcarían su futuro. Desde su niñez, Peña Gómez mostró una profunda inclinación por el estudio y el conocimiento, lo que sería clave para su posterior desarrollo como político y líder de gran trascendencia en la historia del país.
Su formación académica fue destacada. Realizó estudios en Ciencias Políticas en prestigiosas universidades de los Estados Unidos, entre ellas Harvard y Michigan, lo que le permitió adquirir una sólida base en el ámbito político internacional. Además, obtuvo su Doctorado en Ciencias Jurídicas en la Universidad Autónoma de Santo Domingo y en Derecho Constitucional y Ciencias Políticas en la histórica Sorbona de París, lo que consolidó su reputación como un intelectual y un hombre profundamente comprometido con la democracia y la justicia.
En el ámbito político, Peña Gómez se identificó con las ideas del líder Juan Bosch, cuyo liderazgo en el Partido Revolucionario Dominicano (PRD) fue fundamental para la política dominicana de la época. Sin embargo, en 1973, una disputa entre ambos terminó en una fractura dentro del PRD, que resultó en la salida de Bosch del partido. Ante este escenario, Peña Gómez asumió la dirección del PRD y llevó a la organización a la victoria en dos elecciones presidenciales: la de 1978 con Antonio Guzmán, y la de 1982 con Salvador Jorge Blanco. Durante este período, Peña Gómez también ocupó el cargo de Síndico de Santo Domingo, entre 1982 y 1986, donde se destacó por su gestión y compromiso con la ciudad.
El clima político en la República Dominicana vivió momentos tensos en 1994, cuando Peña Gómez participó en una campaña presidencial que estuvo marcada por una brutal confrontación política, con acusaciones de fraude electoral. Peña Gómez denunció que los resultados de la elección habían sido manipulados, y aunque el gobierno de Joaquín Balaguer proclamó su victoria, la presión nacional e internacional obligó a Balaguer a ceder y a convocar nuevas elecciones para 1996.
A pesar de las dificultades, Peña Gómez mantenía una gran simpatía popular y gozaba del respaldo de la mayoría de la población dominicana. En las elecciones de 1996, aunque obtuvo el número de votos necesarios para ser considerado ganador, los resultados obligaron a una segunda vuelta. En esa ocasión, se forjó una alianza entre el Partido Reformista Social Cristiano (PRSC) y el Partido de la Liberación Dominicana (PLD), lo que resultó en la victoria de este último y la designación de Leonel Fernández como presidente.
Durante este tiempo, Peña Gómez luchaba también contra una enfermedad que sería su gran desafío personal: un cáncer pancreático que padeció durante cuatro años. A pesar de su grave enfermedad, nunca dejó de pelear por su país ni de estar presente en la vida política. Finalmente, el 10 de mayo de 1998, días antes de las elecciones congresuales en las que se postulaba para el cargo de Síndico de Santo Domingo, falleció debido a un edema pulmonar, a los 61 años de edad.
El país entero lamentó su partida, y miles de personas acudieron a su velatorio, que se realizó en el Estadio Nacional de Béisbol, un lugar emblemático que simbolizaba la multitud de seguidores que Peña Gómez había ganado a lo largo de su carrera. Su muerte dejó un vacío profundo en la política dominicana, pero también marcó el fin de una era en la que el PRD estuvo muy cerca de alcanzar la presidencia por segunda vez consecutiva. Tras su fallecimiento, en las elecciones presidenciales de 2000, el PRD, finalmente, alcanzó la victoria con Hipólito Mejía como candidato.
José Francisco Peña Gómez sigue siendo recordado como uno de los políticos más influyentes de la historia reciente de la República Dominicana, un hombre cuya vida estuvo marcada por su amor a la educación, la justicia y el bienestar de su pueblo.
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