Las autoridades no han podido precisar el paradero de la droga, la cual, reveló una fuente, era parte de un cargamento de 400 kilos sustraídos mediante un “tumbe” ejecutado por 11 agentes, quienes al momento del hecho estaban uniformados y a bordo de unidades patrulleras en las cuales transportaron lo robado.
Sin embargo, hasta el momento el cabo Esteban Armando Féliz Batista, secuestrado por otros agentes que no participaron en el robo pero que exigían parte de botín, solo ha develado el destino de unos 200 kilos de cocaína.
El primer gran escándalo se registró en la década de los ochentas cuando se descubrió que el jefe del entonces llamado “Departamento de Investigaciones contra Narcóticos y Drogas Peligrosas de la Policía Nacional”, coronel Descarte Pérez, se quedaba con parte de la droga incautada y la vendía a distribuidores para que la vendieran en la calle, además de proteger a capos locales.
El problema había calado tanto entre la Policía, que se decidió crear un cuerpo especializado para combatir el narcotráfico. Con la asistencia técnica de Estados Unidos se creó la Dirección Nacional de Control de Drogas, adscrito a la Presidencia de la República.
Sin embargo, 20 años más tarde, en 2008, en una de las tantas luchas de poder que se generan entre agencias militares y policiales, se impuso recusitar las competencias policiales en la persecución de la drogas y el Consejo Superior Policial creó la Dirección Central Antinarcóticas.
No bien se había instituido cuando empezaron a darse los casos de policías detenidos al apoderarse de drogas decomisadas para ellos venderlas a capo, hasta que un director del Dican se vio involucrado en esas andanzas.
Féliz Batista confesó que el equipo de policías de servicio en Barahona, llegaó al lugar de la transacción a bordo de varias patrullas con las centellas encendidas, logrando ahuyentar a las personas que se encontraban desembarcando el cargamento.
Agrega que posteriormente los agentes procedieron a llevarse el vehículo cargado con los sacos de la sustancia, los cuales transportaron en una de las patrullas y luego se repartieron y vendieron a un narcotraficante identificado solo como Álvaro.
El actual director de la Policía, mayor general Eduardo Then, se desempeñaba como director Regional Sur de la uniformada en Barahona cuando los agentes policiales hicieron el tumbe de 400 kilos de cocaína. Le dijo a EL DÍA que en ese momento pidió investigar lo que era una sospecha.
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